Apuntes
Apuntes que trabajé durante los siete años que viví en esa región. Y en las muchas noches pasadas en El Cacao y en otras tomas de las cercanías entre Baní, San José de Ocoa y Villa Altagracia, aproveché para entrevistar a personas que tenían largo tiempo residiendo allí y a quienes consideraba que podían aportar datos para la historia de la comunidad.
Así conservo entrevistas grabadas y luego transcritas, del Sr. Rafael Subero, del General José Pimentel, Sr. Manuel Emilio Chalas, antiguo Alcalde Pedáneo de Los Naranjos y de otras personas.
Según Rafael Subero, la idea de fundar el pueblo de El Cacao fue de Don José Pimentel durante el gobierno de Trujillo.
Don José Pimentel todavía recuerda la primera vez que hizo un recorrido por la región de El Cacao: Como en el año 1934 yo recibí orden de Trujillo de hacer una caminata, una exploración, hacia la región de San José de Ocoa.
En ese tiempo no había caminos sino trillos. Me hice acompañar por el ingeniero Pellerano y de varios militares y civiles a caballo. Salimos de San Cristóbal una tarde. Fuimos a dormir más allá de El Tablazo, a Jamey. De ahí seguimos al día siguiente hasta llegar a Los Mineros, donde dormimos esa noche.
Muchas veces los hombres que iban conmigo se extraviaban y disparando tiros al aire, era que volvíamos a reunirnos. Al día siguiente seguimos el viaje y en el río Mahoma había un señor, amigo mío, esperándonos, y nos obsequió carne frita, leche y otras cosas. Llegamos en la tarde del tercer día a San José de Ocoa.
Cuando yo rendí el informe al Presidente Trujillo, él lo encontró muy bueno y se le hizo saber que podía hacer una carretera hasta San José de Ocoa; y desde entonces comenzó la lucha por la carretera. En ese tiempo no había caminos hasta Cambita ni La Colonia.
Cuando pregunté a Don José Pimentel quiénes habían ayudado a sensibilizar al Gobierno para iniciar las obras que contribuyeron a la fundación de El Cacao, contestó: yo contribuí mucho a la fundación del poblado de El Cacao por encargo de su Excelencia Rafael Leónidas Trujillo adquirí varias porciones de terrenos y derechos de propiedad.
Y en esas parcelas comenzamos a fundar el pueblo. A algunas personas de les vendían los solares y a otros se les regalaban. Al que habla le fue obsequiado un solar de los mejores, y yo lo regalé más adelante.
Se hicieron calles, hasta una iglesia. La carretera que llevábamos hasta allá era con el propósito de unir esta región con San José de Ocoa. Todo iba viento en popa hacia Los Mineros, pero en eso sucedió la muerte de Trujillo y ahí se paralizó.
Una entrevista que grabamos el 8 de abril de 1876, refiriéndose a la fecha de la fundación de El Cacao dice: «Eso fue del 1958 al 1960. En 1960 ya entraban vehículos aquí.
En 1959 el primero que llegó en una Camioneta a El Cacao fui yo, y nos empujó, un tractor, que estaba trabajando en la carretera «La primera escuela que se hizo aquí La construimos Marino Garabito y yo en la esquina donde está el mercado. Una casita de palos parados, cobijada de paja y los asientos; eran troncos de Cabirma.
El primero que vino a dar clases aquí fue el profesor Bojolín.
«También le hicimos una petición a Trujillo de un cuartel del Ejército. En la fundación de ese cuartel intervino el General Mota y el ingeniero Bonnet. Pero poco después ese Cuartel se quemó accidentalmente en una borrachera de los mismos guardias, en un momento muy peligroso, porque fue cuando la invasión de Constanza.
Para la fundación del pueblo de El Cacao también se construyó una Iglesia de concreto por valor de $36,721.21 con fondos del Partido Dominicano.
El ingeniero Pelegrín Pérez delegó la dirección de los trabajos en un Maestro Constructor que carecía de experiencia. Como la iglesia era de plato y el lugar no era muy firme, cuando le quitaron los puntales del falso piso, el techo se rajó y se desplomó. Los materiales habían sido traídos a lomo de mulo desde La Colonia, porque no había carretera.
«La actual iglesia de N. S. de Fátima fue construida con la cooperación del pueblo en un solar donado por Doña Reyita. Mi esposa Tilita ayudó mucho, organizando veladas para recaudar fondos.
Los blocks los fabricó Leonel Soto, un muchacho de Ocoa, y la labor de carpintería la hizo Quiqui Garabito y los Zoquiel. Antes de hacer la carretera el intercambio comercial era con San José de Ocoa por la vía de Calderón y Los Naranjos. Allí estuvo comerciando Juliancito Mordán, el papá de Tolo Mordán y Joaquín Núñez, el papá de Bienvenido Núñez en Calderón.
Don Rafael Subero, según su propia información, visitó por primera vez esta región en 1950, deteniéndose en el Paraje de La Siembra donde su padre tenía una finca y regresó á Ocoa pasando por Canillita.
En 1952 volvió por un año a lo que es hoy El Cacao, también en 1953 y en l954, esta vez con su esposa y se establecieron en el Firme de Los Mineros.
Preguntado por el nombre de las personas más conocidas en esa época en Los Mineros, Don Rafael responde que Alcalde Manuel Jerónimo (Negro Jerónimo) y la profesora oriunda de San Cristóbal, madre del doctor Porfirio Rojas Nina. Ese muchacho se crió en Los Mineros, también vivían en esos años allí: Garlitos Lara, y Yiyi Tejeda.
Cerca de allí vivían Memo Gross, José Tejeda, Francisco Santos Mejía Marcelino Santos Mejía y otros.
En lo que hoy es El Cacao los primeros moradores fueron Doña Reyita Ruíz Arriaga, Nicanor y Ramón Santos Castillo.
Mario Garabito primero vivía en La Cuchilla de La Guardia y luego se trasladó para El Cacao.
La nueva generación de esta Comunidad debe apreciar a aquellos hombres y mujeres sencillos, algunos de los cuales todavía viven, que lucharon contra elementos casi superiores a sus fuerzas.
Pero que con unión, un trabajo perseverante y su fe hicieron próspera una comunidad joven. Llegando pronto a una meta de Distrito Municipal donde otros pueblos tardaron muchos años en llegar.